La guerra hoy es, fundamentalmente, contra esos terroristas. La población siria que ha podido abandona el país en las peores condiciones posibles. Especialmente duro ha sido el invierno, pues cuando creían llegar al mundo en paz, se han encontrado con puertas que, poco a poco, se les han ido cerrando.
¿A dónde ir, cuando exhaustos del camino, se cierra una tras otra cada frontera a la que se dirigen?
Europa ha decidido, tras mucho marear la perdiz, que no los va a recoger. Turquía acepta- por ahora y sin garantías de que cumplan - recogerlos - en qué condiciones?, - para irlos después desviando al mundo libre.
Pero aún está fresca la tinta del acuerdo y ya está desentendiéndose. Sus propios guardacostas arremeten contra las balsa gigantes y atestadas para tirarlos en alta mar- Aunque lo niegan los observadores internacionales- que no pueden actuar en aguas jurisdiccionales turcas, son testigos de que eso es así.
Esta, como antes dije, sería nuestra primera gran crisis